lunes, 11 de mayo de 2009

un final mas

Tengo varios post sin  publicar, no los subo porque cuando los leo noto el sabor de la censura. No es que los demás no lo tengan de alguna manera -que ningún anonimato es 100% confiable-, pero los impublicables parecen escritos para alguien que no soy yo misma y ese justamente es el espíritu del blog.
Tal  vez  esos post vean la luz algún día que me sienta rosada y tenga ganas de ser -aquí también- políticamente correcta. Por ahora, a resumir un poco.

Vi cómo se desbarataba la cara de ilusión de alguien.  Se fue transformando con las horas y se notaba la lucha interna, resistiéndose a creer el desplante que le hacía el mismo tipo que pasó de mi. La impresión que tuve es que se trataba de una mujer de origen humilde que probablemente venga de alguna ciudad pequeña,  un poco tímida pero convencida de que iba a salir de ese lugar con algo distinto en el pecho. Cuando la vi llegar sentí algo de celos, lo reconozco, pero luego, viéndola desilusionarse me sentí solidaria y me dio rabia pensar en que el tipo tiene la costumbre de despreciar a las mujeres que se interesan por él y en que caí de una forma tonta en su juego.(Aunque analizando la situación no se si él se dejó llevar por el juego que yo se empezar pero no continuar, y luego me aplicó su fórmula de siempre). El punto es que era completamente innecesario humillarla en público, someterla a los comentarios malintencionados de la misma gente que me hizo la vida imposible a mi en su momento y que quiso que yo me uniera al suyo.
En su defensa (o en la mía), tengo que decir que el tipo en general no es una mala persona, no puedo negar que tiene cosas fascinantes, aunque igualmente quedan sepultadas en el olvido cuando saca el patán que lleva dentro.

El punto es que, para cerrar el capítulo con ese personaje, tengo que decir que me aburrí de él y que  asumí una actitud tan infantil como la suya y lo traté con igual indiferencia, pero me deprimí y por estar encerrada en mi casa estuve a punto de perder mi empleo. Conclusión: no vale la pena
Al final ...Tal vez simplemente no era alguien que pudiera estar conmigo. Por un lado, no quiero estar con alquien con quien no sepa a qué atenerme, que un día me trate como una princesa y me prometa el cielo y la tierra y al día siguiente me trate como un cero a la izquierda. Por otro lado, tengo que buscarme a alguien que no sea tan distint@ a mi. Cómo demonios iba yo a explicarle a alguien tan conservador como él algunas cosas de mi vida como mi orientación sexual (¿acaso tengo alguna?).  


2 comentarios:

  1. ufff me siento totalmente identificada con el post

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  2. Yo sentí que estaba leyendo a Becca.
    Y bueee, hombres hay por montones... o mujeres, o lo que te guste Filipa. No podemos aferrarnos a un nombre habiendo tantos.
    Apapachos y que alegría verte de nuevo.

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